DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2018
365 VIVENCIAS DE JÓVENES COMO TÚ
Lecturas devocionales para Jóvenes 2018
«Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento». Salmo 23: 4, BA
EL 16 DE noviembre DE 2015 fue uno de los días más oscuros de mi vida, en esa oportunidad atravesé un «valle de sombra de muerte». Ese día le dije a un colega, el pastor Rocael Chuc: «Vamos a inspeccionar la montaña donde realizaremos el próximo campamento». El lugar seleccionado se llamaba Rancho de Teja, y quedaba a unos veinticinco minutos de mi casa, así que en un par de horas podíamos ir y regresar sin problemas.
Subimos a mi camioneta y llegamos a la primera planada y para nuestra sorpresa notamos que el área estaba manchada de negro por los ritos mayas que realizan los aldeanos. Proseguimos y encontramos lo mismo en cada planada. Cuando nos disponíamos a bajar los pobladores de la zona nos rodearon y acusaron de ser se- cuestradores de niños.
La acusación era seria y los aldeanos estaban muy enojados. Al principio eran unos diez, pero en minutos se formó una turba de aproximadamente cien personas. Llegaron tres mujeres que nos acusaban de querer robar a sus hijos. Les presentamos nuestras credenciales de pastores, pero no fue suficiente, luego llegó un hermano llamado Miguel Ángel con la carta original que indicaba que teníamos permiso para estar allí, pero los aldeanos no la aceptaron. Luego llegó el alcalde pero tampoco pudo hacer nada. Estábamos perdidos. Comenzaron a darnos golpes y amenazaban con quemarnos. Ya el sol se había ocultado y la temperatura descendió a unos 8° centígrados así que estábamos asustados y con mucho frío.
Luego llegó un oficial de la policía y con sumo cuidado negoció para que no nos quemaran. Nos subieron a la patrulla y llegamos a un lugar seguro. Mi vehículo fue quemado, pero mi colega y yo logramos salvar nuestras vidas. En ese momento comprendí que las promesas de Dios son ciertas y fieles, él me mostró su misericordia, salvó mi vida y me permitió seguir sirviéndole.
Hoy, aunque tú también pases por el valle de sombra de muerte puedes tener la seguridad de que Dios te protegerá de todo peligro.