Cuando no se ve lo esencial
“Y él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan” (Lucas 8:10).
Si reconoces frases como estas: “No era más que un zorro semejante a otros cien mil, pero yo me hice su amigo y ahora es único en el mundo”; “Es una locura odiar a todas las rosas solo porque una te pinchó, y renunciar a todos tus sueños solo porque uno de ellos no se cumplió”; “Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, yo empezaré a ser feliz desde las tres”; “Lo esencial es invisible a los ojos”, es porque has leído El principito. Se trata de una novela corta (y obra más famosa) del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944). El Principito es el libro escrito en francés más leído y traducido del mundo.
Y fue justamente un día como hoy, pero en 1944, cuando su autor muere al ser derribado con su avión en aguas de Marsella. Su cuerpo nunca fue encontrado.
Más allá de los cuestionamientos que se le puedan hacer al libro, lo cierto es que se trata de una obra fresca y ágil, que nos lleva a pensar en el sentido de la vida, en lo que hacemos, y en lo importante que es saber mirar las cosas de otra manera, a la esencia misma más allá de las apariencias.
Su frase más recordada, tal vez, es esa que declara: “Lo esencial es invisible a los ojos”. De cierta manera, Jesús se valió de una formulación parecida cuando enseñaba por medio de parábolas. No es que el gran Maestro de Galilea no quisiera revelar las verdades celestiales. No. Se trataba de algo más profundo: la verdad está al alcance de todo estudiante sincero, que estudia, investiga y analiza.
Para eso, necesitamos tener discernimiento para las cosas espirituales; y eso se logra, simplemente, estando en contacto con las cosas espirituales. Cuanto más leamos la Biblia, meditemos sobre ella y oremos, mayor será nuestra mirada espiritual y mejor podremos comprender todo lo que concierne a lo que Dios ha revelado.
Hoy puede ser un día histórico. Mira más allá, investiga, aprende. No te quedes en la superficie. Pasa tiempo con Dios, y obtendrás una mirada diferente de las cosas.
“El Señor desea que se apoyen en él. Aprovechen al máximo cada ocasión para acercarse a la luz. Si se mantienen alejados de las santas influencias que emanan de Dios, ¿cómo podrán discernir las cosas espirituales?” (Elena de White, Testimonios para la iglesia, t. 7, p. 180). PA
DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2017
UN DÍA HISTÓRICO
Pablo Ale – Marcos Blanco
Lecturas devocionales para Jóvenes 2017