DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2018
365 VIVENCIAS DE JÓVENES COMO TÚ
Lecturas devocionales para Jóvenes 2018
«En ese momento el espíritu de Dios vendrá sobre ti. […] A partir de entonces, tu vida cambiará por completo». 1 Samuel 10: 6
El 21 DE marzo de 2015 me encontré con Sandy Rodríguez. Sandy no es un personaje famoso, no ha hecho un descubrimiento científico. Es un joven como tú y como yo. Entonces, ¿por qué quiero hablarte de Sandy? Ese día nos juntamos un grupo de amigos, y él contó a los presentes que yo le había sacado la decisión de bautizarse mientras él estaba borracho. Todos me miraron con asombro, y yo les dije que era cierto, que convencí a Sandy de que se bautizara cuando se hallaba bajo los efectos del alcohol.
Todavía recuerdo vividamente el lugar exacto donde hablé con él. Sandy tenía unos catorce o quince años y ya era adicto al alcohol. ¿Qué futuro podría tener un jovencito de su edad, sumergido en las garras del alcohol? Su condición era tan deplorable que decidí no esperar más tiempo. Solo Cristo podía cambiar la vida de Sandy, así que le prediqué y lo invité a entregar su vida a Jesús por medio del bautismo. ¡Y él aceptó!
Por supuesto, varios se me acercaron para cuestionar mi decisión de bautizarlo. Decían que Sandy no estaba listo, que esa decisión no sería permanente, que yo tenía que esperar a que diera «frutos». En fin, la típica retahila de argumentos que presentan muchos «santos» para evitar que una persona como Sandy entre a las aguas del bautismo. Decidí no hacer caso a las protestas y lo bauticé. ¿Y qué ha pasado con Sandy? Por supuesto, ya no consume alcohol. Ahora Sandy es un líder de la iglesia, aprendió inglés, está finalizando la carrera de Ingeniería Electromecánica y, al mismo tiempo, está cursando una licenciatura en Matemáticas. El Espíritu de Dios transformó a Sandy en otro hombre.
La experiencia de Sandy evoca en mí estas palabras: «Pero Dios es tan misericordioso y nos amó con un amor tan grande, que nos dio vida juntamente con Cristo cuando todavía estábamos muertos a causa de nuestros pecados» (Efesios 2:4-5). ¿Te fijaste bien cuándo fue que recibimos la vida? ¡Cuando estábamos muertos, es decir, sumergidos, en nuestros pecados!
Apreciado joven y señorita, con independencia de cuál sea tu condición, tu vicio, tu pecado, tú puedes entregarle tu vida a Jesús ahora mismo. Y el Dios que transformó a Sandy, también te trasformará a ti.
No tienes que esperar más. Hazlo ahora, y no te arrepentirás.
J. Vladimir Polanco, director de la revista Prioridades
DEVOCIÓN MATUTINAPARA JÓVENES 2018
365 VIVENCIAS DE JÓVENES COMO TÚ
Lecturas devocionales para Jóvenes 2018
«Solo obedeciendo tu palabra pueden los jóvenes corregir su vida». Salmo 119: 9, TLA
La obediencia a la Palabra del Señor hace cambios extraordinarios en nuestras vidas, permíteme contarte de manera breve la historia de un joven con el que me tocó trabajar. Las primeras semanas en ese distrito recibí noticias acerca de los jóvenes que no querían comprometerse con las actividades de la iglesia. Dentro de ese grupo se encontraba Beltráñ, un joven al que le gustaba cantar pero que su comportamiento había hecho que los dirigentes no le permitieran participar. Quizás la mejor palabra para describir su actitud sería «rebeldía», rebeldía contra sus padres y contra los dirigentes de la iglesia.
A medida que pasaban los días decidí realizar varias acciones que me ayudaron acercarme a ese grupo, y de forma especial a este joven. Descubrí que tenía malos hábitos en su vida que no solo lo mantenían indiferente a las actividades de la iglesia, sino que también contribuían al perjuicio de su salud. Llegó el momento de iniciar una campaña de evangelización dirigida especialmente a los jóvenes y mientras organizábamos las comisiones de trabajo noté que no teníamos muchos jóvenes para preparar la actividad así que sugerí a la junta que me pennitiera usar a Beltrán como director de cantos. A esta altura ya había hecho buena amistad con ese grupo de muchachos y sabía que él estaba dispuesto, pero la junta se opuso, ¿cómo subir a la plataforma un joven con esas características? Me hice responsable ante la junta por Beltrán y entonces accedieron.
Pasaron los primeros días y parecía que la actividad era como una medicina vigorizante para su alma lastimada. Esa actividad marcó el inicio, de ahí en adelante asumió el compromiso de abandonar los hábitos perniciosos y por iniciativa del mismo grupo decidimos iniciar una serie de devocionales cada domingo de madrugada ¿y a quién crees que seleccionaron para dirigir la actividad? ¡A Beltrán! Cabe decir que ese fue el elemento detonante de un ministerio juvenil que creció para convertirse en un poderoso ministerio de liderazgo y evangelización. Con el paso del tiempo Beltrán se convirtió en el líder de los Guías Mayores, Conquistadores y director de la Federación de Jóvenes.
La exposición al amor de Dios puede transformar los corazones. Que mi buen Dios pueda ayudarte a limpiar tu vida mediante el poder de su Palabra.
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365 VIVENCIAS DE JÓVENES COMO TÚ
Lecturas devocionales para Jóvenes 2018
«Bueno es el Señor; es refugio en el día de la angustia, y protector de los que en él confían». Nahúm 1: 7, NVI
Creer en un Dios amante es fácil cuando todo va bien. Cuando nuestros planes se cumplen tal y como esperamos agradecemos a Dios por las «bendiciones otorgadas». Sin embargo, cuando el cielo se oscurece y te encuentras frente al ataúd de tu padre, que hacía solo cuatro meses gozaba de buena salud, entonces comienzas a dudar de la existencia de ese Ser supremo. Cada plan, cada meta, se esfuma y al no encontrar explicación alguna, niegas la existencia de Dios, como si ello fuese un castigo para él.
Después de la muerte de mi padre la vida fue perdiendo el sentido. Los bares y el alcohol se convirtieron en mi refugio. Un día, por medio de una amiga, llegué a la iglesia. Todos eran cariñosos, amables y cordiales. Me encantó el ambiente que reinaba allí, aunque seguía manteniendo tercamente mis ideas ateas; no obstante, continué asistiendo a la iglesia.
Al notar que los feligreses siempre estaban gozosos, a pesar de sus dificultades, se despertó en mí el deseo de saber qué o quién hacía posible que los cristianos fueran tan felices. Fue así como conocí a un joven que comenzó a estudiar la Biblia conmigo y de esa manera fui conociendo el maravilloso amor de Dios. Comprendí que Dios no es el culpable de la desgracia humana sino que el dolor y el sufrimiento son consecuencias del pecado y la rebeldía humanas. Llegué a comprender que aun en los momentos más difíciles el Señor se mantiene a nuestro lado, me di cuenta de que solo había oído que Dios existía, pero aún no lo había conocido, no lo había experimentado en mi vida.
Hoy pertenezco a la Iglesia Adventista y soy un testimonio viviente del amor y la existencia de Dios. Procuro aprovechar cada dificultad o dilema en la vida de mis conocidos y amigos para animarlos a creer y aferrarse al Señor. Por cierto, en la iglesia no solo conocí el amor de Dios. Después de mi bautismo contraje matrimonio con aquel joven que estudió la Biblia conmigo y hoy formamos una hermosa familia. Juntos seguimos estudiando el amor de Dios.
Verdaderamente «Bueno es el Señor; es refugio en el día de la angustia, y protector de los que en él confían» (Nahúm 1: 7, NVI).
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365 VIVENCIAS DE JÓVENES COMO TÚ
Lecturas devocionales para Jóvenes 2018
«Entonces el dragón se enfureció contra la mujer, y se fue a hacer guerra contra el resto de sus descendientes, los cuales obedecen los mandamientos de Dios y se mantienen fieles al testimonio de Jesús». Apocalipsis 12: 17, NVI
NOS ENCONTRAMOS ENFRASCADOS en una guerra espiritual, el gran conflicto entre el bien y el mal. Hay dos grandes líderes en contienda, hay ángeles en ambos bandos, también hay seres humanos que están en cada uno de los bandos en contienda. En esta guerra, los hijos de Dios siempre debemos estar preparados para enfrentar lo que surja y salir vencedores, ya que Cristo está de nuestro lado para ayudarnos en cualquier circunstancia.
Esta es la historia de Delmar Camposeco y su pastor. Un domingo de mañana se encontraron en la puerta de un restaurante en Playa del Carmen, uno iba llegando y el otro ya salía pues ya había desayunado. Mientras estos dos hermanos se saludaban oyeron que un hombre como a treinta metros gritó: «¡Pastor, hoy te vas a morir. Yo soy el diablo!». El pastor vio rápidamente a su alrededor para ver si había algún otro pastor cerca de allí, pero nadie iba vestido con corbata o de forma que se le pudiera identificar como un pastor.
Cuando el ministro vio que no había nadie más allí que pudiera ser pastor comprendió que los insultos se dirigían hacia él. En ese momento se dirigió al atacante y le dijo: «Sí, soy pastor, el poder de Cristo te reprenda». Cuando el atacante oyó eso dijo: «Entonces, tú que estás al lado del pastor morirás, porque yo soy el diablo». Tan pronto hubo dicho esto se abalanzó hacia los dos cristianos, pero Delmar dijo: «Yo adoro al mismo Dios que adora el pastor, el poder de Cristo te reprenda». No había tiempo para prepararse espiritualmente, porque la preparación ya se debía haber hecho con anticipación, ahora era el momento de clamar a Jesús por ayuda. Porque cuando Delmar acabó de pronunciar estas palabras, el agresor ya estaba a unos cinco metros. Pero al escuchar la reprensión, como movido por una mano invisible, giró la cabeza y con ella inclinada y paso desganado llegó hasta donde estaban estos dos cristianos y allí dio vuelta sin agredirlos y se marchó.
Si esperamos a que lleguen los problemas para prepararnos espiritualmente estamos en serios problemas.
No descuidemos la oración y la lectura de la Biblia, pues ellas constituyen la preparación necesaria para triunfar en los momentos de crisis.
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Lecturas devocionales para Jóvenes 2018
«Confía de todo corazón en el Señor y no en tu propia inteligencia». Proverbios 3: 5
Era domingo de mañana y allí estaba yo, vendiendo camisetas, películas y separadores para cubrir mis gastos. El pastor me dijo que ya nos íbamos, recogí mis cosas y subimos a su vehículo. Él había predicado un sermón inspirador, pero tan pronto subimos al auto puso música secular y todos empezaron a cantar, el trayecto de regreso a su casa fue muy confuso para mí.
Había estudiado Teología dos años, pero en ese momento estaba sirviendo como misionero voluntario en California y mi amigo era un pastor bautista que me permitió vender algunas cosas en su iglesia ese domingo. Yo no entendía cómo él podía predicar la Palabra de Dios y luego comportarse de esa manera. Como le tenía mucha confianza me atreví a preguntarle cómo podía hacer eso. Su respuesta fue: «A mí no me afecta, no tiene nada de malo, todo es cuestión de perspectiva». Para mí fue impactante porque yo había estado luchando con la música secular durante algún tiempo. Por las noches, después de haber visitado y dado estudios bíblicos, me encerraba en mi habitación escuchaba música secular y antes de dormir sentía un gran conflicto interno al orar y pedir la bendición de Dios luego de haber pasado horas escuchando música secular.
El sábado siguiente fui a un evento de jóvenes, el tema fue precisamente sobre la música y sentí que el Señor me estaba llamando a entregarlo todo. «Entrega todo a Dios, y verás lo que él puede hacer por ti», fueron las palabras del predicador. Al llegar a casa oré y borré todos archivos con música secular, películas y dediqué mi computadora al servicio del Señor. A partir de ese momento experimenté un cambio en mi vida, empecé a ver cómo Dios prosperaba todo lo que hacía.
Hoy llevo casi ocho años sirviendo en el ministerio pastoral y mis luchas no han concluido, pero cada día entrego todo a Cristo. Ellen G. White no se equivocó al escribir: «Cuando la voluntad del hombre coopera con la voluntad de Dios, llega a ser omnipotente» (Palabras de vida del gran Maestro, cap. 25, p. 268).
Entrega en este día lo bueno y lo malo, entrégale todo a Jesús y verás la gloria de Dios manifestarse en tu vida.
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365 VIVENCIAS DE JÓVENES COMO TÚ Lecturas devocionales para Jóvenes 2018
«Sión decía: “El Señor me abandonó, mi Dios se olvidó de mí”. Pero ¿acaso una madre olvida o deja de amar a su propio hijo? Pues aunque ella lo olvide, yo no te olvidaré». Isaías 49: 14-15
Habíamos terminado un campamento de jóvenes en el Parque de Exposiciones, en Brasilia, la capital de Brasil, y todos preparaban sus mochilas para regresar a sus casas. Muy pronto solo quedarían recuerdos de lo que había sido una semana maravillosa en la vida de casi veinte mil jóvenes.
Entonces vi, sentada en el borde de lo que había sido la plataforma central, a una chica de unos dieciséis años. Parecía una estatua. No se movía; miraba, inmóvil, fijamente, hacia un punto indefinido del horizonte.
«¡Hola! ¿Sientes nostalgia del campamento? —le pregunté, acercándome a ella». Me miró con indiferencia, como si no me conociera. Intentaba ser dura, demostrar que no estaba sufriendo, pero no lo conseguía. Las lágrimas inundaban sus ojos; más que lágrimas, el grito silencioso de un corazón carente, demasiado joven para ver los colores de la vida.
«¿Por qué todo lo que es bueno tiene que terminar? —preguntó angustiada—. El sueño concluyó, aquí encontré amigos fantásticos. Sentía que había gente a quien yo le importaba, pero el sueño pasó. ¿Por qué tiene que ser siempre así?».
Después me habló de su vida, y terminó diciendo: «Nadie me quiere, a nadie le importo». ¿Alguna vez te has sentido así? Vivimos en un mundo contradictorio. Las personas viven apiñadas en departamentos, pero parece que nadie conoce a su vecino. Si uno entra en alguna de las estaciones del subterráneo del centro de la ciudad, se tiene la impresión de ser una sardina enlatada, pero, ¿a quién le importa si te duelen los pies porque anduviste todo el día buscando empleo? O, ¿quién se interesa en conocer el volcán de tristeza que parece explotar dentro de tu pecho?
¿Te has sentido alguna vez como un objeto usado por otras personas? ¿Alguna vez has recibido ese trato de personas cercanas a tí? ¿Sientes que no le interesas a nadie? No olvides nunca la promesa de Dios: «¿Acaso una madre olvida o deja de amar a su propio hijo? Pues aunque ella lo olvide, yo no te olvidaré» (Isaías 49: 15).
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365 VIVENCIAS DE JÓVENES COMO TÚ
Lecturas devocionales para Jóvenes 2018
«Al hombre le toca hacer planes, y al Señor dirigir sus pasos». Proverbios 16: 9
SUPONGO QUE TIENES SUEÑOS, porque sería trágico vivir sin ellos. Los sueños nos mantienen despiertos y activos. Sin embargo, es muy importante que nuestros sueños estén en armonía con los de Dios, eso asegurará nuestro triunfo.
Ayer te hablaba de mi sueño de ser beisbolista, te conté que no pude ser parte de la selección nacional por guardar el sábado y por causa del llamado que recibí para servir a Dios en el ministerio, entendí que ese era el sueño de Dios para mí. ¿Cómo empezó todo?
Tenía apenas seis meses de bautizado en la iglesia cuando me tocó predicar por primera vez en el culto del sábado. Antes de la presentación recuerdo que el hermano Reyes Cornelio dijo: «Ahora les presento a un jovencito de nuestra iglesia que tendrá el tema de la mañana, creo que él puede ser un buen pastor de la Iglesia Adventista». Levanté la cabeza extrañado, porque no me esperaba esas palabras y porque no tenía idea de qué hacía un pastor. Pero ese fue el inicio de una serie de llamados que Dios me extendió para servir en su iglesia.
Dos años después decidí ir a la universidad para estudiar Teología. Esa fue una decisión arriesgada, pero Dios abrió varias puertas, especialmente económicas. Lo primero era que tenía que enviar los exámenes médicos y no tenía el dinero. Ese día le pedí a Dios: «Si de verdad me has llamado, envía ese dinero», pocos instantes después llegó a casa un amigo de otro país que había venido a visitarme y me dejó un sobre con dinero que era justo lo que necesitaba para hacerme los exámenes.
Luego surgió otro inconveniente, tenía que buscar el dinero necesario para cubrir el año escolar, pues mis padres no lo tenían. Para conseguirlo tuve que colportar y gracias a Dios obtuve más de media beca. De manera interesante, unos días antes de irme a la universidad recibí una llamada del exterior, otro amigo prometió ayudarme en los estudios y su ayuda completó lo que me faltaba para cubrir el año escolar.
Cuando Dios tiene un sueño para ti nada le impedirá cumplirlo siempre y cuando tú estés dispuesto a seguirlo.
El plan de Dios siempre será el mejor, permítele dirigir tus pasos hoy y siempre.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2018
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Lecturas devocionales para Jóvenes 2018
«Pero Dios es sabio y poderoso; él hace planes, y los lleva a cabo». Job 12: 13
MIS PLANES ESTABAN BIEN DEFINIDOS: sería jugador de béisbol profesional.
Recuerdo que entre los primeros juguetes que tuve en mi niñez había un bate, una pelota y un guante de béisbol. Mi ciudad natal, San Pedro de Macorís, es cuna de grandes beisbolistas y el barrio donde me crié, justo detrás del estadio de béisbol, es una cantera inagotable de jóvenes talentosos en ese deporte.
Me di cuenta de que tenía un talento innato para el juego, y no solo yo lo noté, también mis compañeros de equipo y los dirigentes. Uno de mis sueños era ser parte de la selección nacional de mi país, y dicha oportunidad se me presentó en unos juegos internacionales. Se seleccionaría un jugador por provincia, de los miles que había, yo fui seleccionado, siendo el más joven del equipo con tan solo quince años. Un año antes había conocido a Cristo y aceptado su Palabra. El dirigente del equipo sabía que yo no jugaba los sábado por mis principios bíblicos, así que un poco preocupado me dijo: «Hay un pequeño inconveniente, los juegos de eliminatoria de República Dominicana son viernes en la noche, y sábado en la mañana, por lo tanto tendrás que jugar sábado por esta vez».
Cuando le dije que no iba a jugar en sábado me preguntó si me estaba volviendo loco, que allí estarían los cazadores de talentos de las Grandes Ligas, que era una oportunidad única, que miles de jóvenes desearían estar allí, y terminó como dicen muchos todavía hoy: «Pídele un penniso a Dios o a tu pastor». Con mucho pesar, lo reconozco, tuve que decir: «No, prefiero ser fiel a Cristo y a su Palabra aunque lo pierda todo, de seguro Dios tendrá algo mejor para mí ya que solo él conoce el fin desde el principio».
El tiempo ha pasado y Dios realmente tenía algo mejor para mí, me ha hecho ministro del evangelio y me ha permitido hacer una obra no solo para esta vida sino para la eternidad. El solo pensar que Dios tiene planes para mi vida y que esos planes son buenos me da esperanza y una razón de ser en este mundo y para el venidero.
Sométete a los planes de Dios y vive para él cada día de tu vida y te aseguro que no quedarás decepcionado.
De la calle «Lodebar» a la calle «Restauración» —Segunda parte—
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Lecturas devocionales para Jóvenes 2018
« Mefi-boset comía siempre a la mesa de David, como uno de los hijos del rey». 2 Samuel 9:11
UN DÍA, MOVIDO POR EL ODIO, tomé la decisión de matar a mi madrastra con un cuchillo, pero gracias a Dios me acobardé y no lo hice. Ese día mi papá me dio la peor paliza que se le puede dar a un hijo y me echó de la casa con apenas trece años. Ya en la calle, solo y sin familia, caí en el mundo de la delincuencia. Robo, drogas tatuajes y mucha promiscuidad, ese era mi pan de cada día. Mi vida perdió sentido y llegué a desear la muerte. Muy a menudo pensaba: «Mi vida no vale nada, soy una basura», para colmo de males legalmente ni siquiera había nacido, pues mis padres nunca me declararon, así que tampoco había podido asistir a la escuela.
Mientras vivía en la calle y practicaba la delincuencia varias personas intentaron hablarme de Jesús, e incluso me invitaron a la iglesia, pero nunca me interesé, decía que el evangelio era para gente vieja y que yo debía gozar la vida. Creo que Dios de verdad estaba interesado en mi salvación, porque continuó insistiendo hasta que un día toqué fondo. Intenté suicidarme, pero no lo conseguí, al otro día mi mejor amigo se quitó la vida con la misma pistola que yo había usado para intentar acabar con mi existencia.
Caí en las garras de la depresión, no podía conciliar el sueño, hasta que un día el Señor, al igual que David, preguntó: «¿Hay alguien a quien yo pueda hacer misericordia?». Un joven, llamado Julio César Vázquez respondió: «¡Sí! Hay un joven conocido como «el Toro», está perdido y necesita a Cristo». Ese día Julio me habló del amor de Jesús y me invitó a una serie de reuniones con el pastor Bullón, allí el Espíritu Santo tocó mi corazón y el resto es historia.
El Rey me mandó a llamar. ¡Alabado sea su nombre! Hoy soy un hombre nuevo, Jesús sanó las heridas de mi alma y sacó todo el odio que había en mi corazón. Me reconcilié con mi familia, conocí una joven adventista con la que formé una linda familia y hoy me dedico a predicar y cantar del amor de Cristo.
Dios cambió mi dirección, de la calle «Lodebar» a la calle «Restauración».
De la calle «Lodebar» a la calle «Restauración» —Primera parte—
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365 VIVENCIAS DE JÓVENES COMO TÚ Lecturas devocionales para Jóvenes 2018
«El rey le preguntó: “¿Queda todavía alguien de la familia de Saúl […]? Y Sibá le respondió: “Queda todavía un hijo de Jonatán “¿Dónde está?”, dijo el rey. “En Lodebar” […] respondió Sibá». 2 Samuel 9: 3-4
SOY EL MAYOR DE CUATRO HERMANOS. A los siete años pasé por la traumática experiencia de ver a mis padres separarse como resultado de una infidelidad por parte de mi madre. Recuerdo que ese día mi papá estrellaba todo lo que encontraba a su paso para desahogar su rabia, llegó incluso al punto de golpeamos a mí y mis hermanos.
Al día siguiente, nuestro padre nos llevó a vivir a casa de una tía que vivía en la más extrema pobreza, debajo de un puente a orillas del río. Era evidente que mi papá y mi tía no se llevaban bien, pues por el contrario él vivía cómodo, tenía casa propia, negocio propio y un buen vehículo. Al llegar a casa de mi tía empezamos a pasar mucha hambre, mi padre, por su parte, se refugió en el alcohol y los vicios. Al poco tiempo le embargaron la casa, perdió su vehículo y para colmo fue a parar a la cárcel por dos años. Yo interpreté que todo esto era culpa de mi madre, pues por su infidelidad nuestra vida se había arruinado. Cuando ella iba a visitarnos le gritaba groserías y maldiciones, le echaba la culpa de nuestra precaria situación y la suerte que había corrido mi padre.
Cuando mi padre salió de la cárcel y se volvió a casar pensé que las cosas mejorarían, pero me equivoqué. Ahora el problema era mi madrastra, no me llevaba bien con ella y como resultado de nuestros choques recibí muchas golpizas de mi padre. En poco tiempo el odio que sentía hacia mi madre fue desplazado por el odio hacia mi madrastra. Creo que ya puedes notar el patrón que imperaba en mi vida: el odio. Al igual que Mefi-boset, yo vivía en Lodebar.
Lodebar significa «tierra árida, hostil y seca, donde no crece el pasto», un lugar inhóspito donde se refugiaban los abusados y maltratados por la vida. Así sucede con los que permitimos que el odio controle nuestras vidas, nos marchitamos y nos tornamos hostiles, secos, huecos. Pero te tengo una buena noticia, al igual que a Mefi-boset, un día el Rey me mandó a llamar. ¿Quieres saber cómo? Mañana te lo contaré.