DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2018
365 VIVENCIAS DE JÓVENES COMO TÚ
Lecturas devocionales para Jóvenes 2018
«Yo sé muy bien que todavía no he alcanzado la meta; pero he decidido no fijarme en lo que ya he recorrido, sino que ahora me concentro en lo que me falta por recorrer». Filipenses 3: 13, TLA
ALGUNA VEZ TE HAS SENTIDO emocionado y nervioso al mismo tiempo por y un proyecto? A mí me pasó cuando me llamaron a la oficina del presidente de la editorial una mañana. Debo confesar que aún me pongo un poco nervioso cuando el presidente me convoca. Llegué y me encargaron la edición del libro que tienes entre manos.
Cuando salí de la reunión el corazón me latía a mil. Nunca había tenido bajo mis hombros tanta responsabilidad ni un proyecto de tal envergadura, pero de inmediato empecé a leer y editar. Cada día que pasaba traía consigo una nueva aventura. Al leer cada testimonio sentía que llegaba a conocer a su autor y, en más de una oportunidad, me entristecí cuando le sucedían cosas malas al protagonista, también me alegré cuando alguien contaba las bendiciones que había recibido. Definitivamente editar este libro de lecturas devocionales ha sido una experiencia única y emocionante y hoy, al mirar atrás y evaluar el proceso, puedo decir con satisfacción: ¡Misión cumplida!
Escribo estas líneas el 31 de marzo de 2017 y hoy mi viaje editando Jóvenes COMO TÚ ha llegado a su fin, pero mañana iniciaré otros proyectos y perseguiré otras metas y objetivos. Al leer estas líneas también tú estás concluyendo un viaje, aunque tampoco para ti es el fin. Mañana será otro día, otro mes y otro año; la vida sigue y a cada momento iniciamos y finalizamos proyectos. Cuando concluimos un proyecto o finaliza un año tendemos a mirar hacia atrás y evaluar nuestro desempeño.
¿Cómo evalúas este año que concluye hoy? Espero que en más de un aspecto de tu vida puedas decir con satisfacción: «¡Misión cumplida!», pero no olvides que cada final es asimismo un nuevo comienzo. Si bien podemos estar «orgullosos» de lo que hemos logrado hasta hoy, no podemos perder de vista el futuro. Ese es el consejo que Pablo nos da en el versículo de hoy y constituye una excelente descripción de cómo hemos de vivir nuestra vida espiritual: en constante progreso, concentrándonos en lo que nos falta por alcanzar. Quizás este año has crecido en la fe, te has acercado más a Cristo, ¡no te detengas! ¡Sigue avanzando!
Así como mañana proseguirás nuevos objetivos intelectuales y materiales, procura sobre todo alcanzar nuevas alturas espirituales.
Jorge L. Rodríguez,editor de este libro y un joven como tú