DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2018
365 VIVENCIAS DE JÓVENES COMO TÚ
Lecturas devocionales para Jóvenes 2018
«Si realmente escuchas al Señor tu Dios, y cumples fielmente todos estos mandamientos que hoy te ordeno, el Señor tu Dios te pondrá por encima de todas las naciones de la tierra». Deuteronomio 28: 1, NVI
SER ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA no es nada fácil, especialmente en el ámbito académico. Supongo que ya lo habrás notado por las incontables historias que has leído de jóvenes que, como yo, atravesaron dificultades y desafíos para guardar el sábado. Durante la secundaria yo no fui fiel, no fui lo suficiente mente valiente como para defender mis creencias y guardar el sábado como Dios lo pide. Recuerdo el momento en que fallé, lo decepcionada que me sentía y no quería imaginar cómo Dios se sentía conmigo, pero también recuerdo la promesa que le hice a Dios. En ese momento le prometí que jamás permitiría que esa experiencia se repitiera, que iba a defender mis principios religiosos aunque significara perder mi récord académico. Desde ese instante, en cada oración le pedía a Dios la fortaleza y la fe para cumplir con mi promesa.
El tiempo de prueba llegó nuevamente mientras cursaba el tercer año de la universidad. Me tocaba tomar la clase de bioquímica, primer requisito para el siguiente año. Descubrí que todos los exámenes de esa clase tocaban los sábados por la mañana. Hablé con mi catedrático y le expliqué por qué no podía tomar los exámenes en las fechas programadas, su respuesta fue: «En años anteriores otros adventistas han tomado los exámenes en sábado, ¿por qué no puedes hacer como ellos?».
Oré al Señor para que me indicara cómo proceder. Estudié mucho, hice los trabajos, llegaba a tiempo, pero el catedrático no cambió de parecer. Reiterándole mi convicción de guardar el sábado me retiré de la clase. En ese momento sentí la seguridad que solo Dios puede brindar. Pasó un año antes de que pudiera tomar la clase sin realizar los exámenes en sábado, pero el Señor me brindó la salida. A pesar de lo que pareció un retraso en mis estudios, logré tomar la clase, continuar mi carrera y graduarme con honores.
Dios siempre tiene una salida para cualquier situación difícil que enfrentemos, lo único que él nos pide es ser valientes y guardar sus mandamientos.