DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2018
365 VIVENCIAS DE JÓVENES COMO TÚ
Lecturas devocionales para Jóvenes 2018
«No digas que eres muy joven. Tú irás a donde yo te mande, y dirás lo que yo te ordene». Jeremías 1: 7
El 10 de enero de 2015, un pastor amigo me recomendó que en julio de ese año realizara un viaje misionero a México con el equipo de Share Him (Compártelo) para predicar durante dos semanas. Cuando llegamos allí me percaté de que uno de mis amigos no tenía intérprete, de manera que me ofrecí para ayudarle. Tuvimos problemas para desarrollar el proyecto, porque la iglesia no estaba preparada. En esas circunstancias le dije al Señor: «¿Lo ves? Esto no es para mí; esto es una señal». Estaba allí, haciendo de intérprete, sin saber que traducir era casi lo mismo que predicar, y que yo sería el medio para transmitir la Palabra de Dios.
Tengo muchos testimonios y milagros que compartir, porque Dios nos utilizó de una manera increíble durante dos semanas. Se bautizaron doce personas, y otras dieciséis manifestaron su deseo de bautizarse en el futuro.
En septiembre de 2015 me invitaron una vez más a llevar a cabo otra actividad similar en Villahermosa y, por segunda vez, fui testigo de los milagros de Dios. De nuevo me convencí de que traducir es tan importante como predicar; aprendí que Dios nunca me encomendará nada que sabe que no puedo hacer. También disfruto predicando allá donde el Señor me llama y leyendo su Palabra, y compartiéndola con los demás.
Estoy segura de que el Señor te conducirá a lugares en los que nunca has estado. Las experiencias que viví durante estos dos viajes misioneros transformaron mi vida como sierva de Dios.
Recuerda que, así como hizo con Moisés, Samuel, Jeremías y otros personajes de antaño, Dios te puede capacitar para llegar donde él quiere que llegues. Solo debes responder: «Heme aquí, Señor» y él te utilizará para la salvación de muchas almas hambrientas de su Palabra, como lo hizo conmigo. ¿Qué esperas? Hoy puede ser el día en que Dios te use.
Pide al Señor que te utilice, dile: «Señor, transfórmame; quiero hacer tu voluntad y quiero llevar el mensaje allá donde vaya».