DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2018
365 VIVENCIAS DE JÓVENES COMO TÚ
Lecturas devocionales para Jóvenes 2018
«No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también. Así Dios les dará su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender; y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús». Filipenses 4: 6-7
Mientras estudiaba en Barbados en 2014, siguiendo el consejo de una amiga, empecé a escribir mis oraciones. Ella había estado escribiendo sus oraciones y me animó a que hiciera lo mismo. El objetivo era escribir mis oraciones dos veces al día, mañana y tarde, y ver cómo Dios actuaba. Los estudiantes se enfrentan a muchos problemas a veces, por lo que tener una vida de oración activa es siempre importante para la supervivencia.
Cada día escribía mis oraciones, comenzando por darle gracias a Dios por su bondad, y luego escribiría acerca de problemas particulares que me preocupaban ese día: mi vida espiritual, amigos, un examen inminente, las finanzas, la familia y otras situaciones similares.
Al principio simplemente estaba siguiendo el consejo de mi amiga y no sabía qué esperar. Con el tiempo, sin embargo, me encontré leyendo las oraciones anteriores y comparándolas con las oraciones que había escrito recientemente, vi cómo Dios había respondido a las oraciones del pasado. Me emocioné mucho porque no era simplemente Dios respondiéndome a mis oraciones, sino que tenía los hechos fehacientes justo ahí frente a mí.
Recuerdo haber escrito acerca del miedo que tenía de tomar ciertas decisiones en particular, y quería la dirección de Dios y que él las condujera, o cuando había fallado y necesitaba perdón. Observé que cada oración se desarrollaba en el propio camino y tiempo de Dios. Por supuesto, hubo momentos en los que tuve que esperar, o cuando no obtuve la respuesta que yo esperaba, pero aun así tenía la certeza de que Dios estaba obrando en todo para mi bien.
Esta experiencia ha hecho aumentar mi fe en Dios. Así que, a veces, cuando me siento tentada a preocuparme, al acordarme de las oraciones que escribí, me recuerdo a mí misma cómo Dios ha intervenido en mi vida muchas veces en el pasado. También he aprendido a tener paciencia y la importancia de esperar en Dios. Después de todo, el Señor sabe lo que es mejor para mí.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2018
365 VIVENCIAS DE JÓVENES COMO TÚ
Lecturas devocionales para Jóvenes 2018
«No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también. Así Dios les dará su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender; y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús». Filipenses 4: 6-7
Mientras estudiaba en Barbados en 2014, siguiendo el consejo de una amiga, empecé a escribir mis oraciones. Ella había estado escribiendo sus oraciones y me animó a que hiciera lo mismo. El objetivo era escribir mis oraciones dos veces al día, mañana y tarde, y ver cómo Dios actuaba. Los estudiantes se enfrentan a muchos problemas a veces, por lo que tener una vida de oración activa es siempre importante para la supervivencia.
Cada día escribía mis oraciones, comenzando por darle gracias a Dios por su bondad, y luego escribiría acerca de problemas particulares que me preocupaban ese día: mi vida espiritual, amigos, un examen inminente, las finanzas, la familia y otras situaciones similares.
Al principio simplemente estaba siguiendo el consejo de mi amiga y no sabía qué esperar. Con el tiempo, sin embargo, me encontré leyendo las oraciones anteriores y comparándolas con las oraciones que había escrito recientemente, vi cómo Dios había respondido a las oraciones del pasado. Me emocioné mucho porque no era simplemente Dios respondiéndome a mis oraciones, sino que tenía los hechos fehacientes justo ahí frente a mí.
Recuerdo haber escrito acerca del miedo que tenía de tomar ciertas decisiones en particular, y quería la dirección de Dios y que él las condujera, o cuando había fallado y necesitaba perdón. Observé que cada oración se desarrollaba en el propio camino y tiempo de Dios. Por supuesto, hubo momentos en los que tuve que esperar, o cuando no obtuve la respuesta que yo esperaba, pero aun así tenía la certeza de que Dios estaba obrando en todo para mi bien.
Esta experiencia ha hecho aumentar mi fe en Dios. Así que, a veces, cuando me siento tentada a preocuparme, al acordarme de las oraciones que escribí, me recuerdo a mí misma cómo Dios ha intervenido en mi vida muchas veces en el pasado. También he aprendido a tener paciencia y la importancia de esperar en Dios. Después de todo, el Señor sabe lo que es mejor para mí.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2018
365 VIVENCIAS DE JÓVENES COMO TÚ
Lecturas devocionales para Jóvenes 2018
«No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para que todos los que creen alcancen la salvación». Romanos 1: 16
JUSTO DESPUÉS DE ACEPTAR el mensaje adventista, empecé a dar estudios bíblicos a mis amigos y compañeros de clase en la escuela de negocios a la que asistíamos. Por lo que sé, solo uno de los estudiantes aceptó a Cristo mientras estuvimos en la escuela. Uno de ellos, un amigo que había dejado la escuela, comenzó a trabajar para un banco.
Después de mi graduación comencé a trabajar en la misma institución financiera que mi amigo. Todavía recuerdo cuando tuve la segunda entrevista de trabajo, esta vez con el gerente general, y le dije que yo pertenecía a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, y que por lo tanto no iba a poder trabajar horas extra ni los viernes ni los sábados.
El respondió de manera positiva, y me dijo que iba a hablar con mi supervisor para que me permitiera practicar mi religión tan libremente como fuese posible. Sin embargo, también añadió: «No está permitido predicar en el banco». Me dije a mí mismo: «Es nuestro deber obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hechos 5: 29).
Por supuesto, no me quedaba en los pasillos del trabajo predicando acerca del lago de fuego y el azufre. El objetivo era simplemente compartir todo lo que había leído en mis devociones personales. Aveces también compartía el material de lectura con el gerente, quien a su vez lo adjuntaba en un archivo de circulación interna dirigido a todos sus asociados y colaboradores cercanos. De esa manera, él mismo estaba ayudando con la predicación del evangelio. Para no extender la historia te contaré que mi antiguo compañero de clase, que en ese momento era también un compañero de trabajo en el banco, aceptó a Cristo como su Señor y Salvador, y fue bautizado.
Esta experiencia nos muestra que el evangelio puede transformar vidas, «porque es poder de Dios para que todos los que creen alcancen la salvación» (Romanos 1: 16), Jesús dijo a sus discípulos: «Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo» (Mateo 28: 19).
El nos llama hoy a hacer lo mismo. ¿Aceptas el desafio?