DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2018
365 VIVENCIAS DE JÓVENES COMO TÚ
Lecturas devocionales para Jóvenes 2018
«Pues él mandará que sus ángeles te cuiden por dondequiera que vayas. Te levantarán con sus manos para que no tropieces con piedra alguna». Salmos 91: 11-12
Era viernes de tarde, Katherine y Juan debían salir del colegio y llegar temprano a casa, pero no sabían lo que les esperaba en el camino. Andrea, la tía de ellos, les pidió que la esperasen, pero ellos le comentaron que ya era muy tarde y el viaje de regreso era muy largo. Andrea les sugirió que tomaran un camino más corto, así los tres llegarían a tiempo; única dificultad era que el camino no tenía iluminación y había muchos árboles y callejones.
Solo llevaban una linterna y sus respectivos teléfonos celulares pero no quedaba otra opción, así que empezaron a andar. Antes de entrar a la parte oscura del camino elevaron una oración porque sabían que no sería fácil. Para colmo de males, aquella zona se estaba volviendo cada vez más insegura, la gente comentaba que jóvenes de otros lugares llegaban ahí para extorsionar y quitar las pertenencias de los transeúntes.
Katherine, Juan y Andrea siguieron el camino. De pronto escucharon los pasos de otra persona que los seguía, en ese momento ninguno de ellos se atrevía a voltear para ver quién era. Oraron silenciosamente pidiendo la protección divina. Andrea resbaló y se cayó, pero tan pronto como pudo se levantó y siguió avanzando. Al llegar a uno de los callejones más largos decidieron caminar más de prisa, sin mirar atrás.
De pronto empezaron a escuchar muchos pasos entre las hojas secas y cómo estos se comenzaban a acercar hacia ellos. Aceleraron el paso hasta más no poder y llegaron a casa muy asustados, pero agradecidos con Dios por haberlos cuidado. Nunca supieron quién era la persona que venía detrás de ellos, pero Katherine, Juan y Andrea creen que el ángel de Jehová los acompañó desde el principio hasta el final del camino.
La promesa bíblica se hizo realidad en la vida de aquellos jóvenes que elevaron oraciones fervientes. Tú y yo no somos diferentes a ellos, no importa cuán difícil sea la situación por la que estés atravesando. El mismo Dios que estuvo con Moisés, Josué y Daniel es el mismo que está dispuesto a pelear por ti la mayor y más dura de las batallas y enviar a sus ángeles para proteger tu vida y la de los tuyos.