DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2018
365 VIVENCIAS DE JÓVENES COMO TÚ
Lecturas devocionales para Jóvenes 2018
«Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre en secreto. Y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu premio». Mateo 6: 6
Ya desde muy pequeño yo era un peleón empedernido. A pesar de que a veces ponía todo mi empeño para evitarlo, en todas las salidas que hacíamos en la escuela terminaba participando en alguna pelea. Me bastaba con escuchar una palabra fuera de tono, una mirada peculiar o un gesto un poco osado para propinar un gancho de izquierda seguido de otro de derecha. El sábado en la iglesia era un chico amable, pero entre semana, era un guerrero. Esta situación creaba un gran conflicto en mi interior, y oraba a Dios sin cesar pidiéndole ayuda. Sin embargo, a veces tenía la sensación de que cuanto más oraba, más me peleaba.
Unos años más tarde, empecé a estudiar Teología en la universidad. No sé por qué, acompañando sus palabras con una mirada inoportuna, un estudiante me dijo algo fuera de lugar. Sin darme cuenta, mis puños se cerraron; lo miré y un compañero que estaba a mi lado me dijo: «Esaie, ¡dale duro! ¡Yo te ayudo!». Pero yo le dije: «¡No! ¡Déjalo!».
Corrí hasta mi habitación y, de rodillas, oré y lloré desconsoladamente; le di gracias a Dios por haber transformado al peleón que era en un hombre de paz. No sé cómo ni en qué momento Dios cambió mi carácter, dio forma a mi vida y transformó mi corazón, y me dije para mí: «¡La oración sí funciona!».
Hoy ya no soy un peleón, pero lucho cada día por permanecer fiel a Dios y para que me permita servirle junto con mi familia de todo corazón. Te aseguro que ya no ando en mis antiguos caminos, todo lo contrario, ahora lucho porque los jóvenes vivan la experiencia de la salvación en Jesucristo.
No, ya no soy un peleón porque mi Padre que está en los cielos ha escuchado mis oraciones y ha transformado mi corazón de piedra en un corazón de amor para mi prójimo.
Si lo deseas, tú también puedes vivir la misma experiencia de la transformación de tu corazón pidiéndoselo al Señor a través de la oración.