Periódico cerrado
“De la misma manera, cuando vean que suceden todas estas cosas, sabrán que su regreso está muy cerca, a las puertas” (Mateo 24:33, NTV).
“Dado que la fecha de publicación de esce número del Herald [Advent Herald, anteriormente Signs of the Times, el periódico millerita más famoso] es nuestro último día de publicación antes del décimo día del séptimo mes [22 de octubre], no haremos más provisión para publicar el periódico para la próxima semana”, afirmaba el editor Joshua V. Himes el 16 de octubre de 1844. Para los milleritas, que tenían la certeza de que Cristo vendría seis días más adelante, no había necesidad de seguir publicando la revista.
Aunque sus previsiones erraron por una comprensión equivocada del acontecimiento que la profecía de las 2.300 tardes y mañanas de Daniel 8:14 predecía, no dudamos de la sinceridad de estos primeros adventistas. Difícilmente entendemos tal entusiasmo en las filas del movimiento adventista, pero captaremos algo de ese sentimiento al preguntarnos: ¿Cómo me sentiría, si supiera que Cristo viene en menos de una semana? ¿Cómo actuaría? ¿Cuáles serían mis prioridades?
En su convicción y entusiasmo, nuestros pioneros gastaron todos sus recursos en su último esfuerzo por advertir al mundo de su próximo fin.
Así, fueron más allá de la sinceridad y el fervor: alinearon sus prioridades con su comprensión bíblica. El dinero y las posesiones materiales pasaron a ser irrelevantes en comparación con el acontecimiento que esperaban. Tenían la certeza de que lo único que llevarían al cielo sería su carácter, y que lo demás sería consumido por el resplandor de la presencia de Cristo en su segunda venida.
Hoy, podemos jactarnos de una mejor comprensión del texto bíblico. Daniel 8:14 señala otra fase del ministerio sacerdotal de Cristo en el Santuario celestial. Aunque tenemos en claro que no podemos fijar una fecha para la Segunda Venida, sabemos que este acontecimiento está cercano.
Deberíamos evaluar si ese conocimiento más profundo de las profecías nos ha llevado a superar a los pioneros en su entusiasmo por la Segunda Venida y en la manera en que ordenamos nuestras prioridades. Creo que no. Hemos entrado en un estado de aletargamiento espiritual, o tibieza laodicense. Vivimos absortos en nuestras ocupaciones mundanales, olvidando cultivar nuestro carácter. En otras palabras, nuestras prioridades no están alineadas con nuestras convicciones. A su vez, eso hace que nuestras convicciones sean cada vez más débiles.
Decide hoy vivir a la altura de tus convicciones y del momento solemne de la historia de este mundo que estamos viviendo. MB
DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2017
UN DÍA HISTÓRICO
Pablo Ale – Marcos Blanco
Lecturas devocionales para Jóvenes 2017