DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2018
365 VIVENCIAS DE JÓVENES COMO TÚ
Lecturas devocionales para Jóvenes 2018
«Por lo tanto, mi Dios les dará a ustedes todo lo que les falte, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús». Filipenses 4: 19
En el año 2000, cuando decidí mudarme a Trinidad para estudiar Teología y unirme al ministerio pastoral, fueron muchos los que pretendieron hacerme cambiar de idea e intentaron convencerme de que estudiara otra carrera.
«Está bien que elijas servir a Dios, pero ya lo sabes, el ministerio pastoral es un circuito cerrado». «No hay dinero en el mundo pastoral». «Eres un buen hombre e inteligente: estudia política, psicología, derecho o administración… ¡¿Pero pastor?!».
«Predicarás en las campañas toda tu vida y no podrás siquiera llevar a tus hijos de vacaciones».
Sin embargo, estos argumentos nunca me hicieron dudar de mi decisión. Mi respuesta a todos fue la misma: «Seré pastor y, por cierto, no he visto a ningún pastor mendigar. Dios me cuidará».
Cuando llegué a Trinidad, éramos cinco en mi promoción. Un día, durante una reunión con el decano de la Facultad, se dirigió a mí y me dijo: «Si Dios realmente te ha llamado, cubrirá todas tus necesidades». Entré en mi habitación desconcertado, me sentí mal y me pregunté: «¿Por qué me lo ha dicho a mí y no a los demás?».
Efectivamente, el Señor me ha bendecido enormemente. Nunca me ha faltado nada y nunca he tenido que romperme la cabeza por nada. La mayoría de los estudiantes tenían una petición de oración común: «Dinero»; lo necesitaban para pagar el semestre y presentarse a los exámenes. Sin embargo, durante mi estancia en Trinidad, yo nunca tuve que elevar esa oración.
Dios ha cumplido rigurosamente las palabras del decano.Y hoy, tengo la absoluta certeza de que fui llamado al ministerio pastoral; realmente he visto la mano de Dios en mi vida.
Querido joven, no tengas miedo de ponerte del lado de Dios. Permanece firme en tus convicciones, pues el Señor bendice a aquellos y aquellas que le toman la palabra.
En Josué 1: 9 Dios nos dice: «Yo soy quien te manda que tengas valor y firmeza.
No tengas miedo ni te desanimes porque yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas».