DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2018
365 VIVENCIAS DE JÓVENES COMO TÚ
Lecturas devocionales para Jóvenes 2018
«Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno, porque tú, Señor, estás conmigo». Salmo 23: 4
FUE UN MIÉRCOLES, mientras me preparaba para ir a la iglesia, cuando recibí aquella trágica noticia. Por medio de un mensaje de WhatsApp pude leer: «El hermano Enoc ha fallecido». Enoc era un hermano a quien había visitado durante el tiempo que serví como misionero. Lo conocí el viernes que bajó a las aguas bautismales por segunda vez. Se había alejado de Dios, pero después de haber enfermado decidió regresar a los brazos del Señor.
Cuando lo visitaba y conversaba con él, me expresaba su temor al enfrentar la muerte, lloraba amargamente, no aceptaba la idea de no poder levantarse más y trabajar para su Padre celestial; se arrepentía del tiempo que había perdido en el mundo. Poco a poco la vida se le escapaba de las manos, su cuerpo lo revelaba en la debilidad y falta de ánimo, se comparaba a sí mismo con el salmista David, al ver sus huesos y su cuerpo consumido. Cuando la enfermedad se apoderaba de él y los dolores lo aquejaban se expresaba con enojo e impotencia y decía que ya no quería saber nada de la vida y que era mejor morir.
Al reflexionar en la vida y enfermedad del hermano Enoc me pregunto: ¿Qué es lo que hace que un cristiano se sienta seguro y confiado en Dios en medio de las aflicciones? No son los cantos ni las porciones de la Biblia que los visitantes comparten con él, lo que nos sustenta mientras pasamos por el valle de la muerte, por el valle de la pobreza o de los conflictos familiares es la comunión que hayamos desarrollado con Dios a lo largo de nuestras vidas.
Hoy empieza para ti un nuevo día, hoy puedes sentar las bases que te servirán de sostén en el día que tengas que atravesar «el más oscuro de los valles».
El hermano Enoc falleció ocho días después de yo haber abandonado aquel lugar pero de algo estoy seguro: juntos recibiremos a nuestro Salvador en el día final. Espero en Dios que por medio de una comunión diaria tú también puedas tener la seguridad de encontrarte con Jesús cuando vuelva a buscar a su pueblo.