“Después de 179 horas”
“Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:28).
El 12 de mayo de 2008, las agencias de noticias internacionales dieron prioridad a la catástrofe en China. Un fuerte terremoto de magnitud 7,9 grados en la escala de Richter, con epicentro en la provincia de Sichuan (ubicada al sudoeste del país), dejó un saldo de aproximadamente 65 mil muertos. Además, el sismo provocó la reubicación poblacional de más de 11 millones de personas, debido a las pérdidas de sus viviendas.
Por otra parte, más de 18 mil personas permanecieron atrapadas debajo de los escombros en las primeras noches; entre ellas, unos 900 niños de un colegio de tres pisos que se derrumbó. Las fuertes lluvias y los innumerables caminos destrozados obstaculizaron los esfuerzos de los socorristas por acceder a las áreas más afectadas por el sismo. Por eso, la mayoría de estas personas falleció.
Sin embargo, el 20 de mayo ocurrió un milagro. Ma Yuanjiang, un hombre de 31 años, fue rescatado luego de permanecer 179 horas sepultado bajo los escombros de una central eléctrica del distrito de Wenchuan.
Un grupo de rescate descubrió a Ma por casualidad. Durante las labores de rescate, el sobreviviente recibió agua con azúcar mediante un sorbete, para mantenerlo hidratado y aumentar su pulso. Después de 30 horas de arduo trabajo por parte de los rescatistas, Ma fue liberado. Ante la sorpresa de todos, estaba sereno, y minutos después del rescate pudo hablar y comer un poco.
Estas historias de supervivencia nos conmueven y nos llevan a pensar que no todo está perdido. Donde abundan los sismos, sobreabundan los rescates y la solidaridad. Donde abunda el pecado, sobreabunda la gracia (Rom. 5:20). Poco conocemos a Dios si pensamos que es un ser tirano que se deleita en condenar.
Lejos, muy lejos de esa imagen que el enemigo quiere imponer, nuestro Padre celestial se deleita en rescatar y amar.
No importa cuán lejos hayas ido, cuán atrapado estés por los escombros de un vicio o cuánto tiempo hace que perdiste de vista a tu Creador, Dios rescata, restaura, sana y libera. Hoy puede ser un día histórico. Siéntete feliz por el milagro que ha hecho Dios en tu vida, y sal a rescatar a otros.
“Mediante Cristo, se dan al hombre tanto restauración como reconciliación. El abismo abierto por el pecado ha sido salvado por la cruz del Calvario. Un rescate pleno y completo ha sido pagado por Jesús en virtud del cual es perdonado el pecador y es mantenida la justicia de la ley” (Elena de White, Mensajes selectos, 1.1, p. 426). PA
DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2017
UN DÍA HISTÓRICO
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Lecturas devocionales para Jóvenes 2017