“El Presente Griego”
“Dejarán de escuchar la verdad y se volverán a los mitos” (2 Timoteo 4:4, NVI).
Según la tradición griega, el 24 de abril de 1184, los griegos tomaron la ciudad de Troya usando lo que conocemos ahora como el “Caballo de Troya”: un artefacto enorme de madera con forma de caballo, según la historia de la guerra de Troya. Fue usado por los griegos como estratagema para introducirse en la ciudad fortificada de Troya a la que, luego de diez años de sitio, no habían podido ingresar.
Llevaron el caballo de Troya y luego se fueron, haciendo creer a los troyanos que huían y dejaban allí el enorme caballo de madera. Estos lo capturaron y lo llevaron dentro de la ciudad, como trofeo de guerra, desconociendo que en su interior se ocultaban varios soldados enemigos. Durante la noche, estos salieron del caballo, mataron a los centinelas y abrieron las puertas de la ciudad para que el ejército griego, que había regresado durante la noche, pudiera introducirse en la ciudad. Esto provocó la caída definitiva de Troya.
La primera versión escrita de este mito aparece en la Odisea, de Homero, y también se menciona en Eneida, de Virgilio, entre otros. Aunque muy debatida la veracidad histórica de este relato, el caballo de Troya resultó motivo de creaciones literarias y artísticas, y desde la antigüedad se ha reproducido en innumerables poemas, novelas, esculturas, pinturas, monumentos, películas, documentales, y hasta dibujos animados y juguetes. La expresión “caballo de Troya” se volvió muy popular en la cultura contemporánea, con el sentido de dispositivo astuto, engañoso y peligroso, que posibilita la penetración disimulada en territorio enemigo. También ha dado origen a la expresión “un presente griego”, que refiere a recibir un regalo aparentemente agradable, pero que contiene consecuencias nefastas; una técnica de negociación basada sobre la mentira. En el ámbito tecnológico, un “troyano” denota un software informático malicioso disfrazado como programa legítimo, para poder acceder a las máquinas de los usuarios e iniciar la destrucción de los programas instalados, así como robar contraseñas y operar dates de otra naturaleza.
Dado que el engaño, la astucia y la mentira caracterizan la naturaleza de Satanás, él coloca “caballos de Troya” en nuestra vida personal o en la de la iglesia, para introducir el pecado y la cultura mundana. Con actividades que, inicialmente, parecen inocentes, Satanás logra entrada a nuestro corazón, y lo mancha de pecado y destrucción. También, introducimos en la iglesia prácticas que terminan siendo una maldición: “caballos de Troya” satánicos para destruir al pueblo de Dios.
¿Qué “caballo de Troya” de Satanás necesitas dejar fuera de tu corazón? ¿Qué troyanos necesitamos mantener fuera de la iglesia, para que el mundo no se introduzca en nuestra vida eclesiástica? MB
DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2017
UN DÍA HISTÓRICO
Pablo Ale – Marcos Blanco
Lecturas devocionales para Jóvenes 2017