“Una Biblia Para Todos”
“Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Salmo 119:105).
¿AIguna vez leiste la Biblia y no entendiste alguna palabra? ¿Te resultó compIicado descifrar algunas expresiones, y tuviste que preguntar o consultar el diccionario? Así ocurría muchos años atrás. Por esa razón, el papa Dámaso le solicitó a Jerónimo (340-420), uno de los llamados “Padres de la Iglesia”, que realizara una nueva traducción de las Sagradas Escrituras. Jerónimo pasó varios años (desde el 382 al 405) trabajando en la traducción del Antiguo Testamento directamente del hebreo, y en la del Nuevo Testamento del griego. Su traducción fue denominada “La Vulgata”, que significa “La común”. Luego, el 8 de abril de 1546, el Concilio de Trento adoptó a “La Vulgata” como versión oficial de la Biblia.
Puedes preguntarte cuál es la mejor versión de la Biblia para leer. Hay tantas y tan variadas. ¿Cuál elegir? Antes de hacerlo, recuerda:
No existe (ni debe existir) una versión oficial de la Biblia. Una versión es solo eso: una versión. No tenemos los manuscritos originales; tenemos versiones y traducciones que son confiables.
, Considera que los idiomas originales de la Biblia son lejanos a nuestro tiempo y nuestra cultura. Esto dificulta tanto la traducción como la interpretación.
Hay versiones más literales, que brindan una traducción casi palabra por palabra. Son muy fieles al texto bíblico, pero tal vez pierden -por el punto anterior- un poco de comprensión. Dos ejemplos son la versión Reina Valera y la Biblia de Jerusalén.
Hay traducciones más interpretativas. Captan el concepto de lo que quiso decir el autor y lo plasman en frases similares. Aunque pierden en fidelidad, ganan en comprensión. Dos ejemplos son la versión Dios Habla Hoy y la Nueva Versión Internacional.
El estudiante sabio de la Biblia no se basa solo en una versión ni un tipo de versión. Compara, analiza e investiga profundamente, para concluir mejor qué expresa el texto bíblico.
Hoy puede ser un día histórico. Estudia la Palabra de Dios. Léela en diferentes versiones y crece espiritual mente.
“No hay nada mejor diseñado para fortalecer el intelecto que el estudio de las Escrituras. Ningún otro libro es tan poderoso para elevar los pensamientos, para dar vigor a las facultades, como las amplias y ennoblecedoras verdades de la Biblia. Si se estudiara la Palabra de Dios como es debido, los hombres tendrían una amplitud de mente, una nobleza de carácter y una firmeza de propósito pocas veces visto en estos tiempos” (Elena de White, El camino a Cristo, p. 76). PA
DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2017
UN DÍA HISTÓRICO
Pablo Ale – Marcos Blanco
Lecturas devocionales para Jóvenes 2017
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